Hay quienes hablan de cataclismos
hecatombes celestiales
en cualquier momento
sin alternativas sostenibles
para ser feliz
Hay quien espera que la luna
no brille más
quien ignora toda voz interna
los que se adhieren a las paredes
como polvo de ciudad
Yo escribo estos versos
arrullado por corrientes marítimas
este litoral plagado de signos vitales
donde todo me habla de supervivencia
Me comprometo con los astros
como granos de arena
dejo testimonio de este mundo
decidido a perdurar
mientras haya quien lo defienda
quien deje transcurrir el tiempo
sin numeración
El paso de la gente como huellas
absorbidas por la marea
ruido invisible de chicharras
la discreta soledad de las cordilleras
atardecer en un puerto abandonado
El clamor de la madre
pariendo crestas en cada costa
viento que se arrastra
cargado de voces
de todo lo que se mueve
con voluntad ajena
Estamos pues para dar fe de vida
para defendernos de la muerte
con todo esto que aún somos